El claustro bajo de la Catedral de Burgos acogerá hasta mediados de noviembre esta muestra con la que la administración regional, de la mano de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones, culmina los eventos relacionados con el Cid Campeador. El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, dejó claro en la inauguración que se trata de «algo más que el cumplimiento de un compromiso» y destacó que se ha conseguido una exposición «brillantísima, en primer lugar por el número de piezas expuestas, por la singularidad y calidad de las mismas y por la calidad, prestigio, excelencia y cuidado de quien las ha organizado bajo la dirección de Juan Carlos Elorza».
En total 280 piezas de unas 80 instituciones de todo el país componen esta muestra que se divide en cinco apartados, comenzando por una introducción a la figura real de Don Rodrigo Díaz de Vivar. Se muestran objetos directamente vinculados a él como la Tizona, un hueso conservado como reliquia por el Ayuntamiento de Burgos, su carta de arras que se guarda en el Archivo de la Catedral o el único documento en el que se conserva su firma: una carta de donación a la iglesia de Valencia tras conquistar aquel territorio.
Tras conocer al hombre real, la exposición avanza hacia «la vida cotidiana en las españas del Cid y del Cantar», entre los siglos XI y XIII. Juan Carlos Elorza explicó que se ha intentado recrear «el ambiente de una sociedad compleja donde convivían las tres culturas, cristiana, islámica y judía» y donde la guerra ocupaba un lugar importante.
En el apartado siguiente se presenta al Cid Campeador como la «manifestación culminante de la rica y fecunda tradición» épica trasmitida por los juglares. Destaca en esta zona el manuscrito original del Poema de Fernán González, fechado en el año 1250 y propiedad de la Biblioteca del Monasterio del Escorial así como la ausencia del original del Cantar de mio Cid que se conserva en la Biblioteca Nacional. Juan Carlos Elorza dejó claro que se trata de una ausencia «totalmente justificada» porque, como conservador de museos, sabe que «antes de nada hay que conservar y preservar la integridad del bien». En este sentido, afirmó que según todos los informes «técnicos, no políticos», de la Biblioteca Nacional, «es una temeridad sacar el códice de mio Cid de su ambiente natural, ni por una efemérides ni mucho menos por un capricho».
La exposición se completa con dos apartados sobre la imagen del Cid a través de la historia, de la Edad Media a la Ilustración y de Goya, con su grabado de la serie Tauromaquia, el Cid lanceando a un toro, a Dalí. En la primera de las dos zonas se muestran algunas piezas del Monasterio de San Pedro de Cardeña, donde fue enterrado inicialmente Rodrigo Díaz de Vivar y cuyos monjes, según relató Elorza, llegaron incluso a plantear su canonización.
Precisamente el abad de San Pedro de Cardeña, Marcos García, fue uno de los asistentes a la inauguración de la exposición, a la leyenda» a la que también acudieron el abad de Silos, Clemente Serna y el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, entre otros representantes eclesiásticos. Por la parte política, acompañaron al presidente, el delegado del Gobierno, Miguel Alejo; la consejera de Cultura y Turismo, María José Salgueiro; el presidente de la Diputación (institución que también colabora en la muestra). Vicente Orden Vigara, el alcalde de la capital burgalesa, Juan Carlos Aparicio; el presidente del Cabildo Metropolitano de Burgos, Matías Vicario, entre otras autoridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario