sábado, 15 de febrero de 2014

Poema de Fernán González - XIV - Guerra contra Navarra

278                                            
El Conde Ferrán González, de los fechos granados,                    
Había ya oídos unos fuertes mandados,
Que habían los navarros a sus pueblos robados.

279    
Mientras que estaba el Conde a Dios faciendo placer,
Lidiando con los moros e todo su poder,
El rey de los Navarros hóbose a mover,
Cuidó a toda Castilla de robar e de correr.

280    
Los pueblos castellanos cuando hobieron los mandados,
Bien cuidaban que dellos nunca serien vengados;
Dicíen: en fuerte hora fuemos mezquinos nados,
De todos los del mundo somos desafiados.

281    
El Conde castellano, cuando lo hobo oído,
Por poco con pesar non salió del sentido;
Como león brabo asi dió un gemido;
Dijo: aun yo se lo demande con mis armas guarnido.

282    
Habían los castellanos desto un fiero pesar,
Porque los confondía quien los debia salvar;
Señor, dijo el Conde, quiérasme ayudar,
Que pueda tal soberbia aína arrancar.

283    
Envióle el Conde al rey don Sancho demandar
Si se querie contra él en algo mejorar,
Que faríe su mesura e el su bien estar;
Si fer non lo quisiere, mándale desafiar.

284    
Llegó al rey don Sancho aqueste caballero;
Homíllome, dijo, rey, luego de lo primero;
Del Conde de Castilla soy yo su mensajero,
Decirte he lo que te dice el Conde fasta lo postrimero.

285    
Sepas que ha de tí el Conde muy gran querella,
Que te lo gradescería si le sacases della;
Ca tragiste a Castilla gran tiempo a la pella,
E dos veces en el año veniste a corrella.

286    
Por fer mal a Castilla e destruir castellanos,
Fecístete amigo de los pueblos paganos;
Feciste guerra mala a los pueblos cristianos
Porque non queríen ellos meterse en las tus manos.

287    
Ha de tí sobre todo de esto fiera rencura,
Ca feciste otra cosa que fué más desmesura;
Que mientras él corría allá a Estremadura
Fecístele atal daño que fué desapostura.

288    
Si de aquesta querella le quisieres sacar,
De como es derecho ansi lo mejorar,
Farías tu mesura e el tu bienestar;
Si esto non quisieres, mándate desafiar.

289    
Cuando hobo el mensajero su razón acabada,
Había por lo que iba la cosa recabdada;
Fabló el rey don Sancho, dijo su razón e vegada:
Decitle que non le mejoraré valía de una meaja.

290    
Hermano, it al Conde e decitle el mandado,
De él me desafiar soy yo mucho maravillado,
Tan bien como debiera ser non fué aconsejado,
Non puede bien fallar de aqueste tal mercado.

291    
Mucho lo tengo por loco e de seso menguado
Sólo por me desafiar e de ser ende osado;
Porque aquesta vez a los moros ha arrancado,
Por esta lozanía ha esto comenzado.

292    
Decitle que mucho aína le iré yo a buscar,
En torre nin en cerca non se me podrá escapar,
Que buscado non sea dentro fasta la mar;
Sabré por qué me osó él a mi desafiar.

293    
Tornóse el mensajero, ya cuanto bien espantado,
Porque vió al rey fieramente irado;
Contóselo al Conde; nada non le fué celado;
Díjole como le había málamente amenazado.

294    
Mandó llamar el Conde a todos sus varones,
Todos los ricos homes e a todos los infanzones,
También a los escuderos como a los peones;
Querie de cada unos saber sus corazones.

295    
Cuando fueron juntados, comenzó de fablar;
Cualquier se lo vería que había gran pesar;
Amigos: menester habemos de consejo tomar,
De guisa que podamos tal fuerza recabdar.

296    
Nunca nos a los navarros mal non les meresciemos,
Nin tuerto nin soberbia nos nunca les faciemos;
Muchos fueron los tuertos que dellos rescibiemos;
Para se lo demandar nunca sazón tuviemos.

297    
Cuidé que se quería contra nos mejorar,
Que los tuertos e los daños queríannos emendar;
La querella que tenemos quiere nos la doblar;
A mi e a vos todos envíanos a desafiar.

298    
Amigos: tal soberbia que non se la suframos,
Que nosotros nos venguemos della e todos ahi muramos:
Ante que tanta cuíta e tanto pesar veamos,
Por Dios, los mis vasallos, nosotros los acometamos.

299    
En nos los acometer es nuestra la mejoría
Por cuanto ellos son mayor caballería;
Nosotros non amostremos ahi ninguna cobardía,
En dudar nos por ellos sería gran villanía.

300    
Sépades que en la lid non son todos iguales;
Por cien lanzas se vencen las faciendas atales;
Mas valen cien caballeros, todos de un cor iguales,
Que non facen trescientos de los descomunales.

301    
Hay buenos e malos que non pueden ál ser;
Los malos que ahi son non podrían atender;
Haberse han por aquellos los buenos a vencer;
Vernos muchas veces atal cosa contescer.

302    
Muchos son mas que nos, peones e caballeros,
Homes son muy esforzados e de piés muy ligeros,
De azconas e de dardos facen golpes certeros,
Traen buena compaña de buenos caballeros.

303    
Por esto ha menester que nos los acometamos;
Si ellos nos acometen, mejoría les damos:
Si ellos entendieren que nosotros non los dudamos
Dejarnos han el campo ante que los firamos.

304    
Otra cosa vos digo e vos la entendredes;
Muerto seré de pelea, o en queja me veredes;
Veré, vos castellanos, cómo me acorredes,
Menester vos será cuanta fuerza tenedes.

305    
Si por alguna guisa a él puedo llegar
Los tuertos que me fizo cuido se los demandar;
Non le podría ningún home de la muerte escapar,
Non habría, si él muere, de la mi muerte pesar.