miércoles, 15 de enero de 2014

Poema de Fernán González - XV - Es vencido y muerto el rey de Navarra

306                                            
Cuando hobo el Conde su razón acabada                    
Mandó contra Navarra mover la su mesnada;
Entróles en la tierra cuanto una jornada,
Falló al rey don Sancho a la Era Degollada.

307    
Cuando el rey vió al Conde venir atan irado,
Enderezó sus faces en un fermoso prado;
El Conde castellano con su pueblo afamado
Non alongaron plazo fasta otro mercado.

308    
Abajaron las lanzas e fueron a ferir,
El Conde delantero, como siempre oistes decir;
Don Sancho de Navarra, cuando le vió venir,
Con sus haces paradas saliólo a rescebir.

309    
Feríe entre las faces que fronteras estaban,
En la primera que el Conde iba todos carrera le daban;
E los unos e los otros firmemiente lidiaban,
Los navarros con la muerte lidiaban e lasceraban.

310    
Tan grande era la priesa que habían en lidiar,
Oye el home a lejos las ferridas sonar,
Non oirían otra voz sinon hastas quebrar,
Espadas reteñir, e los yelmos cortar.

311    
Nombraban los Navarros Pamplona, Navarra;
Los firmes castellanos nombran a Castilla;
Nombraba el rey don Sancho a las veces Castilla
Como algunos franceses a las veces echan pella.

312    
El buen Conde e el rey buscándose andodieron
Fasta que uno a otro a ojo se hobieron;
Las armas que traían certeras las ficieron;
Fuéronse a ferir cuando de recio pudieron.

313    
Entrambos uno a otro tales golpes se dieron
Que los fierros de las lanzas a una parte salieron;
Nunca de dos caballeros tales golpes se vieron,
Todas sus guariciones nada non les valieron.

314    
Cuitado fué el rey de la mala ferrida;
Entendió que del golpe ya perdiera la vida;
La su gran valentia luego fué abatida,
Mano a mano del cuerpo fué el alma salida.

315    
El Conde fué del golpe fiéramente llagado,
Ca tenía gran lanzada por el diestro costado;
Llamaba, «castellanos», mas non era ahi escuchado,
De todos sus caballeros era ya desamparado.

316    
Tovieron castellanos, que eran muy falescidos,
Todos sus buenos fechos que eran por ahi perdidos;
Con gran queja castellanos andaban muy marridos,
Porque en muy gran yerro eran todos caídos.

317    
Tanto tenía cada uno en lo suyo que ver
Que non podían ningunos al Conde acorrer;
Fízoles la vergüenza todo el miedo perder,
Hobieron por pura fuerza las faces a romper.

318    
Sofriendo grandes golpes al Conde allegaron;
Antes que a él llegasen a muchos derribaron;
Muy maltrecho, sin duda, al buen Conde fallaron;
De una parte e de otra muchas almas sacaron.

319    
Llegaron castellanos; al Conde acorrieron;
Luego que a él llegaron todos ante él fueron;
A los navarros por fuerza afuera los ficieron;
Terníen que era muerto, e gran miedo hobieron.

320    
Alzáronle de tierra, la ferida le vieron,
Todos que muerto era bien asi lo tovieron;
Por poco, de pesar de seso non salieron;
Como si fuese muerto muy gran duelo ficieron.

321    
Firieron en los navarros, del Conde los tiraron,
Sobre un buen caballo al Conde lo alzaron;
La sangre de la cara toda se la alimpiaron;
Todos como de nuevo a lidiar comenzaron.

322    
Cuitaronlos afirmes, daban lid presurada,
Retenía en los yelmos mucha buena cuchillada;
Daban e rescebían mucha buena lanzada,
E daban e rescebían mucha buena porrada.

323    
Non vos queremos más la cosa alongar;
Hobieron los navarros el campo a dejar;
Hobo el rey don Sancho muerto ahi a fincar;
Mandóle luego el Conde a Navarra levar.

324    
Dejemos al rey don Sancho, perdónele el Criador;
Los navarros maltrechos, llorando a su señor;
Habían de vengarse todos a fuerte sabor,
Salieron al buen Conde todos por su amor.